sábado, 17 de mayo de 2014

ANEMIA INFANTIL

Aproximadamente, un 50 por ciento de los niños menores de 3 años padece anemia. 

La anemia infantil es una enfermedad que, generalmente, se trata con una dieta destinada a aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro, como la carne, y a aumentar su absorción combinándola con frutas ricas en vitamina C, ya que para que el hierro se absorba mejor, necesita vitamina C en la misma digestión.

Los suplementos de hierro también están indicados, pero siempre bajo supervisión médica.


A continuación les informaremos sobre las posibles causas, síntomas, tipos de anemias y muchas cosas más...





¿Qué es la anemia infantil?
La anemia infantil se caracteriza por una disminución del número de glóbulos rojos en la sangre, que son los encargados de trasladar el oxígeno a todos los órganos del cuerpo, gracias a la hemoglobina que poseen.

La hemoglobina es una proteína muy importante para nuestro organismo, pues se encarga de transportar el oxígeno necesario para el buen funcionamiento de todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo.
Cuando la cifra o el contenido de la hemoglobina se presentan más bajo de lo esperado en un análisis de sangre, significa que el niño tiene anemia.




Causas de la anemia en los niños
La anemia puede estar causada por distintos motivos:
1. La deficiencia de hierro es la principal causa de la anemia infantil. Una alimentación pobre en alimentos ricos en hierro puede provocar la anemia. 
2. Una enfermedad parasitaria intestinal también puede provocar pérdidas de sangre, al ser consumida por los parásitos.
3. Algunas enfermedades o infecciones, como las infecciones urinarias, la tuberculosis, el paludismo, los tumores, la fiebre tifoidea y la leucemia, entre otras, pueden causar anemia. 
4. Una ingestión de leche entera de vaca u otros animales en los menores de 1 año puede producir una pérdida de glóbulos rojos, lo que provocaría una salida periódica de glóbulos rojos hacia la luz intestinal y con el tiempo, anemia. 
5. Una exposición diaria a la contaminación ambiental. 
6. Algunos antibióticos pueden producir anemia cuando se usan por largos periodos de tiempo. Por esta razón, cuando el pediatra recete algún antibiótico al bebé, es importante seguir estrictamente sus instrucciones en cuanto a la dosis y al tiempo de duración del tratamiento.
7. La deficiencia en vitamina B12 también puede ser una causa de anemia. 



Tipos de anemia
Los tipos de anemia se clasifican según sus causas de origen.

Anemias nutricionales
El tipo más común de anemia es el que se produce por una deficiencia de hierro. Ocurre debido a una falta de hierro en la dieta. El hierro es necesario para producir la hemoglobina. Los lactantes alimentados sólo con leche materna, preparados para lactantes a base de leche de vaca no fortificados con hierro o leche de vaca entera, pueden correr el riesgo de padecer deficiencia de hierro después de los 6 meses de edad. Su bebé debe recibir preparados para lactantes enriquecidos con hierro si aún no ingiere alimentos sólidos.
Las madres sanas que dan a luz a sus bebés a término tienen suficientes reservas de hierro para sus bebés hasta los 6 meses, momento en el que se recomienda la incorporación de otros alimentos sólidos con alto contenido de hierro. El hierro presente en la leche materna se absorbe bien. A partir de los 6 meses y hasta alcanzar los 2 años, se recomienda la lactancia con la incorporación de alimentos sólidos. La preocupación de que el bebé desarrolle anemia se basa en la falta de incorporación de alimentos sólidos con alto contenido de hierro en el momento recomendado y no en el hecho de que el bebé reciba exclusivamente leche materna.
La anemia por deficiencia de vitaminas se produce por la falta de ácido fólico, vitamina B12 o vitamina E en la dieta. El cuerpo necesita todos estos nutrientes para producir hemoglobina.

Anemias causadas por enfermedades
La anemia falciforme es una enfermedad hereditaria que hace que los glóbulos rojos tengan una forma anormal. Estas células no pueden circular por el cuerpo de la misma manera que los glóbulos rojos normales. Esto puede llevar a que el cuerpo reciba menor cantidad de oxígeno.
Las anemias debidas a enfermedades crónicas pueden producirse por insuficiencia renal, cáncer y la enfermedad de Crohn. También puede producirse anemia a causa de una enfermedad de la médula ósea o de enfermedades autoinmunes, como el lupus.
La anemia aplásica es una enfermedad grave y poco común que hace que el cuerpo deje de producir una cantidad suficiente de glóbulos rojos nuevos. Es posible que un niño nazca con esta anemia o que la desarrolle después de una infección viral o la exposición a un medicamento. En ocasiones, es un signo inicial de leucemia.
Por lo general, las anemias hemolíticas son causadas por una enfermedad genética que produce la destrucción anormal de muchos glóbulos rojos.

Otras causas de anemia

  •  Anemia causada por sangrado, ya sea agudo o crónico. La anemia causada por pérdida de sangre crónica se origina con más frecuencia en el tracto gastrointestinal. A menudo se produce por una alergia a las proteínas de la leche de vaca.
  • Niveles bajos de hormona tiroidea o testosterona.
  • Como efecto secundario de ciertos medicamentos.





Síntomas de la anemia infantil


¿Cuánto hierro necesita un niño?
Los niños requieren diferentes cantidades de hierro en distintas edades y etapas de la vida. Aquí tienen algunas directrices para saber cuánto hierro deberían tomar en cada etapa para crecer y desarrollarse adecuadamente:
·         Los lactantes alimentados con leche materna tienden a recibir suficiente hierro de sus madres hasta que tienen entre 4 y 6 meses de edad, momento en que se suelen introducir en su dieta las papillas de cereales enriquecidas con hierro (aunque las madres que dan el pecho a sus bebés deberían seguir tomando las vitaminas prenatales). Los bebés alimentados con leche artificial deberían tomar variedades enriquecidas con hierro.
·         Los lactantes de 7 a 12 meses necesitan 11 mg de hierro al día. Los bebés de menos de un año deberían tomar papillas de cereales enriquecidas con hierro aparte de la leche materna o una leche infantil enriquecida con hierro.
·         Los niños pequeños de menos de cuatro años necesitan un aporte de 7 miligramos de hierro por día en la dieta. Para niños entre cuatro y ocho años necesitan 10 miligramos por dia y entre nueve y trece años 8 miligramos por día.

Valores de hemoglobina en la infancia

Edad
Hb g/dl
Promedio ± 2 DE
Criterio diagnóstico de anemia (> 2DE)
Hb/dl
RN
2 m - 3 m
Prematuro
5 m - 2 años
Preescolar
Escolar 5 - 9 años
Escolar 9 -12 años
Id. 12 - 14 años
17 ± 2
11 ± 15
9 ± 2
12,5 ± 1,5
12,5 ± 1,5
13 ±1,5
13,5 ± 1,5
14,0 ± 1,5
< 15
< 9,5
< 7,0
< 11,0
< 11,0
< 11,5
< 12,0
< 12,5


Diagnóstico y tratamiento de la anemia
Si observa que su hijo presenta alguno de los síntomas que nombramos anteriormente, debe consultar a su pediatra.
El doctor procederá a solicitar la realización de un análisis de sangre con hemograma completo.

Si se trata de una anemia de origen nutricional, se intentará eliminar la causa tomando alimentos ricos en hierro. En cuanto a los fármacos, en primer lugar, se emplean preparados de hierro por vía oral, quedando reservada la vía parenteral para casos determinados. Los tratamientos suelen ser prolongados y se mantienen de 6 a 8 semanas, tras haber normalizado la cifra de hemoglobia.
En los casos de nacimientos prematuros y niños que sólo toman el pecho, a su alimentación podrán añadirse unas gotas de hierro para evitar la presencia de una anemia ferropénica.
El primer paso para prevenir es evitar que la madre embarazada tenga anemia, a través de un buen control prenatal. Cuando nazca el bebé, se debe asegurar una lactancia materna por lo menos en los primeros 6 meses de vida. En los casos de lactancia artificial, utilizar fórmulas infantiles, ya que éstas vienen con un complemento de hierro. A partir de ahí, el control de hierro se hará sólo por la alimentación. Lograr una alimentación adecuada es una base esencial para su buen crecimiento y desarrollo.
Otras medidas importantes es descartar periódicamente la existencia de parásitos intestinales
Comente siempre con el pediatra acerca de alguna ocurrencia anormal en el intestino de tu hijo. El control pediátrico es más que necesario.


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